Hoy...

Hoy haría contigo el amor en silencio.
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Sin palabras hermosas, ni vulgares. Sin susurros al oído ni gritos al viento. Dejaría que sólo mi cuerpo diga todo lo que desee: que te marque el compás el temblor de mis piernas, el vello que se eriza, las manos que se apoyan en tus manos.
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Porque sé que no necesitas preguntar lo que me gusta: te lo dice mi humedad, mis gemidos, mis movimientos. Porque tú sabes cuándo parar y cuándo seguir hasta donde parece imposible.

Y cuando hayamos llegado más allá de las palabras, mis labios dejarán los tuyos.


Mira...
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A veces, cuando me doy placer, me gusta que me mires.

Aunque yo cierre los ojos, concentrada en mis sensaciones, siento tu mirada recorriéndome el cuerpo, imagino que mis dedos son los tuyos, pienso en cuánto te excita saber que te entrego lo que siento.
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Me gusta que me pidas, que me guíes, que me lleves.

Me gusta sentir tu voz en un susurro, conduciéndome al límite, hasta hacer que me vacíe y me sienta tan llena sin embargo...